¿Los accidentes de trabajo se producen normalmente por casualidad?
Cuando ocurre un accidente laboral, es bastante común escuchar frases como “fue mala suerte” o “simplemente ocurrió”. Sin embargo, desde la perspectiva de la prevención de riesgos laborales, estas afirmaciones no solo son imprecisas, sino que pueden resultar peligrosas.
Asumir que los accidentes laborales suceden por casualidad puede llevar a una falsa sensación de inevitabilidad y, por lo tanto, a una menor inversión en prevención y seguridad.
¿Un accidente de trabajo ocurre por casualidad?
No, un accidente de trabajo no ocurre por casualidad. Decir que un accidente de trabajo ocurrió por “casualidad” implica que fue un hecho fortuito, impredecible y ajeno al control de las personas involucradas. Sin embargo, existen múltiples investigaciones y décadas de experiencia en el ámbito de la seguridad laboral demuestran lo contrario: la mayoría de los accidentes tienen causas identificables y, lo más importante, prevenibles.
En realidad, investigaciones en seguridad laboral han demostrado que más del 90% de los accidentes tienen causas relacionadas con factores humanos (como distracciones, decisiones apresuradas o falta de formación), organizativos (procedimientos inadecuados, falta de planificación) o técnicos (herramientas defectuosas, condiciones inseguras). Todos estos factores pueden ser gestionados, corregidos o eliminados con una adecuada política de prevención.
El modelo causal de Heinrich y el enfoque preventivo
Uno de los referentes en la prevención de riesgos laborales, Herbert W. Heinrich desarrolló en los años 30 una teoría que aún hoy tiene relevancia: el modelo 88-10-2. Según este modelo, el 88% de los accidentes laborales son causados por actos inseguros de las personas, el 10% por condiciones inseguras del entorno y solo el 2% se deben a causas imprevistas o ajenas al control.
Si bien las cifras exactas pueden variar dependiendo del estudio, la idea central se mantiene firme: los accidentes no son simples eventos aleatorios, sino el resultado de una cadena de fallos que se pueden detectar y prevenir.
La importancia de la cultura preventiva
En una empresa con una cultura de seguridad sólida, cada accidente laboral que ocurre, por pequeño que sea, se investiga. No por buscar a un culpable, sino por entender por qué pasó y cómo puede evitarse en un futuro. Esta mentalidad proactiva es clave para reducir la siniestralidad laboral.
Para llegar a este punto en una empresa, es fundamental fomentar una cultura de prevención en el equipo, lo que implica:
- Formación continua para que todos los trabajadores comprendan los riesgos y actúen en consecuencia.
- Evaluaciones de riesgos actualizadas, que identifiquen posibles peligros antes de que se conviertan en accidentes.
- Participación activa de los trabajadores en la mejora de procesos y en la detección de condiciones inseguras.
- Compromiso de la dirección, que debe liderar con el ejemplo y dotar de recursos suficientes a la prevención.
Decir que un accidente ha sido por casualidad es ignorar una realidad bien documentada: en la mayoría de los casos, los accidentes son evitables. Identificar los riesgos, corregir condiciones peligrosas y formar al personal son acciones imprescindibles para mantener entornos laborales seguros.
En Cei Prevención contamos con más de 30 años de experiencia en seguridad y salud laboral, y podemos ayudarte con nuestro servicio de prevención de riesgos, garantizando la seguridad de tu equipo y cumpliendo con la normativa vigente.
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